
tomatodo*
Vanesa Almada Noguerón

muchas veces
había reclamado ser
el agua
desarmar todo a nuestro paso
admiro a cada criatura
adoctrinada para ingresar viva
tibia y apática
a un fluido insondable y conseguir
que esa vida resista
sostengo entre las manos un ramo de piezas que forman
ciclos anónimos de tiempo
fragmentos de un mismo individuo
un mismo espécimen de múltiples rostros que sospecho
soy yo misma existiendo
en la superficie resbalosa de una lengua en desuso
aunque es cierto:
nos valemos de un concepto desfasado
de existencia
actuamos instintivamente según el rol
que nos asignaron
pero pasamos de largo
la mayor parte de nuestros diálogos
sólo a veces
(unas pocas veces)
preguntamos
recrudecemos el lazo con lo documentado
escribimos
y sujetamos lo dicho a un espacio vacío que flota
en confusión permanente
sobre nuestras cabezas
¿y qué buscamos? ¿qué nos salva?
¿a qué increíble milagro debemos
nuestra no-extinción?
un cartel en la calle anuncia:
hay que estar en el agujero
para salir del agujero
permanezco en silencio mientras estudio
el camino de lluvia que está a punto
de alcanzarlo
nos enteramos por radio de que la vida
en la Tierra
comenzó en el fondo
de un charco
fuimos el agua
desarmamos todo
a nuestro paso
*El poema pertenece al libro Quemar el fuego: doble o nada (2024), recientemente publicado por elandamio ediciones.